¿Realmente las mujeres somos incapaces de hacer aportaciones a las áreas de ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas?

 

Mi nombre es María Guadalupe Gutiérrez Torres, curso el sexto semestre en el colegio de bachilleres plantel número 5, ubicado en Coyuca de Catalán, región Tierra caliente.

El nombre de mi ensayo es: ¿Realmente las mujeres somos incapaces de hacer aportaciones a las áreas de ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas? en el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.

Han pasado cientos de años desde que surgieron los primeros descubrimientos científicos y tecnológicos del ser humano, y todo lo que comenzó con una mínima probabilidad o tan sólo una pequeña esperanza en esas mentes creativas, analíticas y sobre todo curiosas de los científicos que hoy conocemos gracias a la historia de la ciencia, se hizo realidad, los hicieron realidad las y los científicos que trabajaron para ello, que se esforzaron y que fueron perseverantes en sus investigaciones hasta lograr aportar al mundo todos los maravillosos descubrimientos que hoy aprovechamos.

Pero dentro de este marco hay un tema bastante controversial del cual llevamos años cuestionándonos de manera incorrecta, porque a lo largo de nuestras vidas y desde el inicio de nuestro camino como estudiantes; hemos aprendido sobre Albert Einstein, Isaac Newton, Galileo Galilei, Nicolás Copérnico, Charles Darwin, Stephen Hawking, entre muchos otros y siempre nos hemos preguntado lo mismo: ¿Porqué son más hombres que mujeres los que han realizado estudios en las áreas de STEM?, ¿Será cierto que las carreras universitarias en el sector tecnológico, científico, de ingenierías y matemáticas son sólo para hombres?

Entre otras interrogantes con el mismo enfoque; cuando en verdad lo que deberíamos cuestionarnos es si ¿Realmente estamos seguros de que las mujeres no han aportado nada a la ciencia? Si bien las mujeres hemos sido invisibilizadas en muchos aspectos, la ciencia ha sido de los retos más difíciles por los que hemos atravesado, pero esto no significa que las mujeres no hayan aportado en ningún momento nada a la ciencia, sino que la discriminación sistemática, los prejuicios y la privatización a la educación les hizo el camino aún más difícil a muchísimas mujeres; tal es el caso que cuando un hombre realizaba alguna investigación se le reconocía y elogiaba mientras que a una mujer se le condenaba llamándola bruja, aún así muchos de los avances en las áreas de STEM que hoy por hoy tenemos, no hubieran sido posibles sin el esfuerzo de muchas mujeres; por otra parte debe señalarse que la importancia de la mujer en la ciencia no reside en que está tenga un rol específico, ya que su valor e importancia, independiente del género, debe otorgársele por sus colaboraciones científicas, y si esto no ha sido posible es por una situación denominada “El efecto Matilda” en honor a Matilda Joslyn Gage, quién fue la primera mujer en reclamar públicamente este prejuicio, el cual consiste en rescindirle sus logros científicos a las mujeres y no sólo eso sino que además asignárselos a sus colegas hombres, familiares o esposos.

María Guadalupe Gutiérrez Torres Matilda Joslyn fue una sufragista y abolicionista estadounidense, mujer ejemplar que se dedicó a defender los derechos de las mujeres, y fue su ensayo “Woman as an inventor” (“La mujer como inventora”) publicado en 1883, en el cual expuso la invisibilizacion que sufría la mujer en la ciencia, pero no le asignó ningún nombre, fue hasta 1993 cuando la historiadora de la ciencia Margaret W. Rossiter, nombró a este fenómeno como El efecto Matilda.

A pesar de que la educación le fue enormemente negada a la mujer, algunos de los inventos científicos más importantes del mundo se deben a ella. Marie Curie tal vez sea la única o de las pocas científicas que conocemos, ella descubrió la radiación y su aparición en los rayos X y fue la primera mujer en ganar no sólo uno sino dos premios Nobel, pero también debemos conocer la historia de muchas otras mujeres, como el paradigmático caso de Rosalind Franklin, quien se tardó más de cien días intentando fotografiar el ADN hasta que lo logró, esa fotografía era la pieza clave que les faltaba a Watson y Crick para evidenciar sus investigaciones, pero gracias al efecto Matilda y adjuntándole que ella murió prematuramente cuatro años antes de que se entregará el premio Nobel de medicina en 1962, su nombre ha quedado olvidado en la historia de la ciencia; otro caso un tanto similar es cuando el hombre llegó a la Luna, lo cual fue anunciado en el mundo como “un pequeño paso para el hombre y un gran salto para la humanidad” pero sin duda, este acontecimiento tan importante no hubiera sido posible sin las extraordinarias habilidades de programación de Margaret Hamilton, ingeniera de la NASA.

También, el primer programa computacional de la historia fue gracias a una mujer, llamada Ada Lovelace; Ida Tacke encontró dos elementos en la tabla periódica, Henrietta Leavitt descubrió un patrón entre el brillo de la estrella y su distancia a la Tierra, Esther Lederberg fue pionera en el campo de la genética, Alice Ball creo el tratamiento más efectivo contra la lepra hasta la aparición de los antibióticos, Dorothy Hodkin mapeó la estructura de la penicilina y Lise Meitner quien hizo aportaciones para el descubrimiento de la división del átomo.

Todas ellas son sólo algunas de muchas mujeres sumamente importantes en la historia científica. Por ende, si hay algo que le falte a la mujer para destacar en el ámbito científico-tecnológico, es la libertad, y nada más, la misma historia deja en manifiesto como las mujeres a lo largo del tiempo han tenido que atravesar distintas obstáculos y barreras existentes desde el nacimiento de la ciencia moderna hasta nuestros días (aunque afortunadamente poco a poco va disminuyendo).

Pero después de tantos años silenciadas y opacadas, por fin ha llegado el momento en el que se les haga justicia a todas las mujeres científicas y a su memoria; si María Guadalupe Gutiérrez Torres realmente queremos erradicar la absurda idea de que las carreras tienen género, (cuando evidentemente no es así) debemos investigar de manera autodidacta y no detenernos hasta encontrar respuestas a todas nuestras preguntas, darles los créditos a quienes los merecen; recuperar de una vez por todas, los nombres de las mujeres en la ciencia que fueron silenciadas y llevar sus historias hasta los libros de texto de los niveles básicos de educación, para despertar la vocación científica de las niñas; contar la historia como es, eliminar todo tipo de prejuicios y roles de género que hayamos normalizado y educar a las niñas y mujeres en libertad, enseñándoles con amor y paciencia que las mujeres han aportado mucho a las áreas de STEM aunque pareciera que no es así, y si ellas aspiran a ser científicas, ingenieras o cualquiera que sea su elección se sientan plenas y capaces de lograrlo.

La educación siempre será la llave que nos abra muchas puertas y que no nos permita limitarnos por ninguna razón. El motivo por la cual en 2016 la ONU decidió proclamar el 11 de febrero como El día internacional de la mujer y la niña en la ciencia, es que se reconozca como se debe el esfuerzo de las mujeres en los sectores de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), pero no sólo, también busca el empoderamiento femenino y que cada vez sean más las niñas y mujeres que participen en dichas áreas; otra campaña que busca concientizar a la sociedad sobre la importancia de las niñas y mujeres en la ciencia y la poca visibilidad que han tenido, es la “No more Matildas” está fue iniciativa de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) de España, la cual a traspasado fronteras y ha sido traducida a varios idiomas, denominándose en México como «No más Matildas». Pero ¿Porqué pareciera que cada vez es más el interés en qué las niñas participen en las áreas de STEM? la respuesta es simple, el motivar a las niñas de todo el mundo a que sean parte de las investigaciones vigentes y futuras de la ciencia, la medicina, tecnología e ingeniería tendría un gran impacto, ya que nadie mejor que las mismas mujeres tenemos conocimiento sobre nuestras necesidades; difícilmente terminaría de mencionar todas pero en medicina por ejemplo estando en pleno siglo XXI aún existen muchos tabúes en algunos temas, que nos gustaría que sean indagados y dialogados más a fondo pero desde la perspectiva de la necesidad y no sólo de la avaricia por ser reconocidas y premiadas sin ser merecedoras.

A todas las niñas y mujeres del mundo, sueñen en grande y luchen por lo que quieren, vivimos en un mundo dónde todo es difícil y requiere de mucho esfuerzo pero también es un mundo lleno de posibilidades y sólo quienes saben aprovecharlas llegarán a su meta, así que salgan de su zona de confort y dejen su huella en todo lo que hagan…

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